En el 2020 la exenfermera de Hugo Chávez y extesorera de la nación Claudia Díaz, y el abogado Raúl Gorrín, fueron registrados por Estados Unidos como cabecillas de una de las bandas involucrada entre los diez principales casos de corrupción en ese país. Ella, en manos de la justicia americana desde el pasado 12 de mayo, probablemente engrosará con su testimonio el expediente de una estafa gigantesca de más de 1.800 millones de dólares, producto de complejas operaciones que Díaz y sus cómplices llevaron a cabo.
Por su parte, Raúl Antonio de la Santísima Trinidad Gorrín Belisario lleva tiempo como prófugo de las autoridades norteamericanas. La Oficina de Control de Activos extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesorero lo sancionó el 8 de enero de 2019 y le embargó diversas propiedades, entre ellas ocho inmuebles ubicados en la Florida, adquiridos con fondos malversados a través de una red de entidades y estructuras corporativas para intentar ocultarse como beneficiario real de los activos.
Alejandro Andrade -también extesorero de la nación y tercer miembro de la banda- asumió su culpabilidad logrando reducir considerablemente su condena original de diez años de prisión lo que le ha permitido salir en libertad. Claudia Díaz habrá de intentar el mismo camino, y a ella se sumará su esposo Adrián José Velásquez Figueroa, alias Guarapiche, quien fuera parte del equipo de seguridad en Miraflores, devenido en activo gestor que traficaba transacciones ofertando que su esposa trabajaba en el área presidencial.
De la banda mencionada, Raúl Gorrín en Venezuela presume en el rol de propietario del canal Globovision el cual disfruta desde el 11 de marzo de 2013 cuando el empresario Guillermo Zuloaga informó de la venta de sus acciones (más o menos 80%) en una operación calculada por expertos en 80 millones de dólares. “La compra se hizo con dólares preferenciales obtenidos a través de tesorería nacional”, precisó el político y editor del portal Cuentas Claras, Carlos Tablante. Fue así como un abogado etiquetado como miembro de la conocida banda de Los Enanos que operaba en los tribunales, y hombre de confianza de la pareja Maduro-Flores, se convirtió en el dueño del medio de comunicación sostén de la información y de la opinión de la sociedad venezolana.
¿Cuál fue el modus operandi de la banda de Gorrín junto a Claudia Díaz y Alejandro Andrade? Para Gorrín fue el soborno, según consta en suficiente documentación en tribunales de EE.UU. Tablante, precursor en la denuncia de este caso, lo explicó: “A raíz del establecimiento del control de cambio en el 2003 la delincuencia financiera desarrolló una serie de mecanismos para ponerle mano a los dólares preferenciales donde la Oficina Nacional del Tesoro fue clave. La ONT vendía papeles a determinados operadores, bancos nacionales y extranjeros, a una ventajosa tasa preferencial de bolívar por dólar o euro, generalmente hasta diez veces menor a la del mercado paralelo o negro. Con la venta de una pequeña parte ya los beneficiarios pagaron a la ONT y navegaron en ganancias millonarias”.
Otro personaje tiene protagonismo en la historia de estos delitos. La actual alcaldesa de Caracas, Carmen Meléndez quisiera borrar que fue directora de la Oficina Nacional del Tesoro desde agosto del 2003 hasta enero del 2007 y que además en paralelo administró el Fondo de Desarrollo Nacional, Fonden. Y lo destacable: fue protectora de Claudia Díaz, a quien designó su asistente y llevó de la mano a las operaciones que después ejecutaría con Andrade y Gorrín. La relación entre Díaz y Meléndez quedó expresada en uso común de propiedades. En allanamientos a las viviendas de la enfermera se encontraron objetos personales de la actual alcaldesa de Caracas que permiten presumir que ella sería la verdadera dueña de esos inmuebles.
Con Meléndez en la ONT a Claudia Díaz le daba tiempo de alternar su trabajo con el desempeño como enfermera del entonces presidente Hugo Chávez, trabajo en el que se turnaba con dos enfermeras de la Guardia Nacional, las tenientes Denisse Elena Lorena Uriepero García y Luzbel Carolina Colmenares Morales quien terminó casada con el actual jefe de la Dirección de Inteligencia Militar, Iván Hernández Dala.
Todo en familia con mucho amor.
Claudia Díaz se casó -después del fracaso de su primer matrimonio- con Adrián Velásquez Figueroa graduado en los últimos lugares en la Academia Militar. Adrián es hijo de Amelis Figueroa Chacín quien se desempeñaba como secretaria del Ministerio de Despacho Presidencial y es hermana del general Wilfredo Figueroa Chacín que en 2011 fue designado director de la DGCIM y era amigo del entonces jefe de la escolta presidencial, general Jesús Rafael Suárez Chourio. Entre tantos afectos, Amelis ubicó a su hijo en esa área tan estratégica… para los negocios. Quienes conocieron a Adrián lo describen “como un hombre de ambiciones desmedidas”. En poco tiempo Amelis se convirtió en empresaria y la riqueza súbita le permitió a ella y su familia comprar propiedades en zonas exclusivas de Caracas y en el extranjero. Hasta logró comerciar con Pdvsa. Ahora vive en España, aunque también tiene una propiedad en Key Biscayne, Florida. Por lo pronto gestiona pagar un millón de dólares por la fianza de su nuera.