Ibéyise Pacheco
¿Se sumará Trump a nuestra causa?
El tema de Estados Unidos dividió la opinión de los venezolanos, como es lógico. Eso es lo natural en una democracia, por eso se vota. Según mi percepción, los que votaron por Kamala Harris (y quienes lo habrían hecho de ser estadounidenses) básicamente se pronunciaron contra Donald Trump y sus no pocos defectos; pero quienes votaron por el presidente electo, lo hicieron porque creen que Trump garantiza un apoyo más contundente a la causa libertaria venezolana, que reforzará la denuncia de fraude contra Maduro y presionará para que se cumpla la voluntad de los que votaron por González Urrutia el pasado 28 de julio.
Este debate no es fácil de procesar frente a la angustia por el destino de los migrantes, específicamente los venezolanos desolados, harapientos y desesperados que cruzan la frontera norteamericana y que de manera terrible han sido igualados por Trump con el Tren de Aragua.
El monstruo todavía sigue allí
Venezuela finalmente fue ubicada por quienes defienden la libertad, en el cuadro vergonzoso y doloroso de una dictadura.
Comenzó entonces la batalla de la resistencia y la ejecución del plan a cumplir con tenacidad, con responsabilidad y con mucha valentía que no es más que la promesa de llegar hasta el final, mantra invocado por la voz principal de María Corina Machado que guía al punto de inflexión del 10 de enero, cuando cesa el ejercicio de la presidencia de Nicolás Maduro que debería entregar al presidente electo Edmundo González Urrutia.
Partir el brazo a quienes protestan, doblegar a los rebeldes, aterrorizar a los ciudadanos, no han modificado el sentimiento de un país que lo detesta y cuya causa ha sumado voluntades, especialmente de autoridades extranjeras que presencian espantadas acciones del monstruo corrupto.
Maduro en pánico y con razón
Su cuota de tranquilizantes aumentó luego de recibir mensajes por su Whatsapp personal cuyo saludo fue: “has sido interceptado”, (por eso prohibió el uso de dicha aplicación en el país). Esa fragilidad era impensable hace menos de un año. Internamente desbaratado, ya no sabe en quién confiar, su entorno íntimo se ha desarticulado, presuntos amigos y socios negocian a sus espaldas o conspiran contra él. Maduro es rehén de sus miedos. La traición se ha instalado en Fuerte Tiuna y en Miraflores. Sospechosos y presos recientes son los mejores amigos de los Rodríguez, o de Diosdado, de Cilia o de él mismo. Maduro está viviendo el proceso del ocaso; de la merecida y probablemente estrepitosa caída. Quizás hasta de la ruina; ya se sabe la fragilidad de las finanzas de los tiranos que entregan su fortuna a unos testaferros.
Diosdado vs Maduro, aunque lo nieguen
Diosdado ha aprendido a jugar con las dos manos y a través de emisarios que ha enviado a Estados Unidos y a otros países, se propone como una alternativa, presentándose como un jefe duro, condición imprescindible para controlar a la gente -según él- y evitar la balcanización que rompería el equilibrio, tal como ocurrió con Siria, Libia e Irak. Oficialmente EE.UU. ha devuelto sin atender a los enviados del ministro del Interior. En todo caso, por el norte todo está suspendido hasta el martes 5 de noviembre cuando se elija al sucesor de Joe Biden.
Entretanto en las entrañas del oficialismo no ignoran la actual crisis y algunos de sus miembros se están reagrupando. Lo que trasciende es que para todos es indiscutible que el 28J fueron derrotados y que en las condiciones que está el país se hace insostenible que Maduro continúe a la cabeza.
Diosdado arma a sus bandidos
El régimen enfrenta un gran problema. Transcurridos más de dos meses del fraude electoral, la oposición venezolana sigue sólida y a pesar de la violencia y la feroz persecución, que no se ha detenido ni siquiera en los niños, la fuerza opositora avanza en apoyos internacionales y recompone su estrategia, replegándose mientras sea necesario, sin bajar la guardia.
Es esa firmeza y la cercanía del 10 de enero lo que ha llevado a la dictadura a pisar el acelerador para procurar un quiebre en la fuerza opositora. La chequera del régimen opera a fondo para sobornos y chantajes. Las cifras para comprar nuevos alacranes son impensables. Y sí hay personajes que titubean, algunos de partidos políticos pequeños y grandes, además de otros empresarios. El lobby internacional también impacta.
Resistencia y foco
Maduro muestra la decisión de que en ninguna región gobierne alguien que no sea su súbdito.
De esta manera y luego de dos meses, el tirano continúa su plan contra los mandatarios que gozaron del voto popular y contra quien no sucumba a su voluntad y lo reconozca como el ganador del 28J; ese atropello inconstitucional lo intentará revestir con una ley que, según Jorge Rodríguez, extenderá con inhabilitaciones eternas para quien se atreva a disentir.
Y aún con toda esta evidencia, algunas voces proponen normalizar la situación, sugiriendo que tratemos a la dictadura con la expectativa de que Maduro no es un tirano sanguinario sino un gordito lerdo que desconoce que bajo sus órdenes se tortura a presos políticos en mazmorras, entre ellos niños marcados irremediablemente por el encierro, la incomunicación y el maltrato, sin permitirles el derecho a la defensa.
Maduro el apestoso
A Maduro le es imposible esquivar los pronunciamientos de mandatarios y entes internacionales que con firmeza exigen que sean respetados los resultados electorales que el pasado 28 de julio favorecieron con casi 4 millones de voto de diferencia, a Edmundo González Urrutia. Tampoco puede pasarle por encima a los alarmantes y sólidos informes como el debatido por la Misión para la Determinación de los Hechos en Venezuela que sustenta violaciones de los derechos humanos, con torturas, tratos crueles y despiadados, incluyendo abusos sexuales contra menores de edad.
Maduro ni siquiera puede decir que su jaula es el país porque no lo puede transitar; es el hombre más detestado de Venezuela.
Entonces hay que resistir. No se la pongamos fácil a la tiranía comprando discursos (pagados por la dictadura) que convocan al desaliento y la decepción.
En Venezuela mandan los narcos
Maduro y sus cómplices necesitan dinero extra para mantener el control. Dinero inalcanzable por la vía legal y en cambio factible a través de las operaciones del crimen organizado.
Los delincuentes unen fuerzas convenientemente. El reciente decomiso en el aeropuerto Simón Bolívar en Maiquetía de un cargamento de 3 toneladas de cocaína que iban a ser enviadas en un vuelo de carga de la empresa estatal Emtrasur hacia Afganistán con escala prevista en Rusia, ha avisado a quienes luchan contra el tráfico de narcóticos sobre la activación de una nueva ruta hacia otros países de Asia, y también sobre la nada inocente circunstancia del lugar de donde partiría. Los registros indican que desde 2013 – después de asumir Maduro como presidente-, no se efectuaba un decomiso de ese volumen.
Maduro ponchado sin himno y sin bandera
En el mundo libre hay consenso de que Maduro fue derrotado. ¿Quién resultó ganador entonces? Aquel que pueda probarlo. Y así lo han hecho tanto el candidato favorecido Edmundo González Urrutia como la líder de la oposición María Corina Machado, quienes han documentado y hecho públicas las actas que reflejan la decisión expresada por más de siete millones de venezolanos.
Es imposible que el pueblo venezolano no se sienta traicionado cuando el mundo ha constatado que está siendo aplastado por una fuerza militar que lo reprime brutalmente -en especial a los más desposeídos- por exigir que su voto sea respetado.
Se trata de escollos injustos, acciones inmorales y despiadadas, para un pueblo que lucha.
El verdadero criminal vive en Miraflores
¿Cuál es la urgencia de Maduro al arriesgarse a cruzar la línea roja y ordenar apresar a Edmundo González Urrutia, claro ganador de la elección presidencial del pasado 28 de julio?
Los números le confirman a Nicolás Maduro que mientras el rechazo hacia su persona ha crecido aún más, el apoyo y la admiración hacia González Urrutia se ha multiplicado con solidez a pesar de la sanguinaria represión. Además, Maduro ahora duda de su entorno. Para él ha perdido credibilidad Jorge Rodríguez y con él, los encuestadores convenientemente optimistas de su triunfo antes del 28J, como lo fueron Luis Vicente León y Oscar Schemel; porque la verdad creer el cuento del empate técnico y la promesa de que una pequeña diferencia posibilitaría amañar el resultado, y que eso no sucediera, fue un duro golpe para Nicolás.