“Es inevitable un gobierno de transición salido del chavismo”, conclusión lapidaria del padre Luis Ugalde. Tal vez uno de los pocos venezolanos que le puede hacer este planteamiento tan controversial al país, sin ser agredido por la oposición o el oficialismo.
Ugalde, entrevistado por el periodista de El Universal, Roberto Giusti, plantea que el gobierno ha fracasado y que se le ha reducido su capacidad de maniobra por lo que estaría necesitado de un cambio de rumbo, antes de que sus propios seguidores le reclamen su incapacidad e inmoralidad en el manejo de los recursos.
El sacerdote jesuita refiere que ni siquiera los militares van a querer sostener un gobierno que se va desmoronando y que pierde la simpatía de las masas. Antes de eso, Maduro tendría la necesidad de procurar una salida, sí una salida, donde podría colocar a uno de los suyos. Es una manera de ceder sin perderlo todo. Ese sería el comienzo de la transición donde lo fundamental es admitir que el modelo planteado ha fracaso estruendosamente.
Ugalde considera que el cambio sería gradual y sus representantes tendrían que enviar al país un mensaje claro de deseos de integración, como lo sería la liberación de los presos políticos y el dejar de criminalizar la protesta. Esto sería la única manera de mantener calmados los ánimos, frente a las fuertes medidas económicas que serán inevitables de aplicar ante esta pavorosa crisis.
El gobierno de transición tendría que ser a corto plazo y exige sacrificios tanto de los oficialistas como del sector opositor el que obligatoriamente deberá ponerse de acuerdo. Eso ahora, parece imposible.
Las críticas a quienes soltaron “la salida” van igual tanto para ellos, como para los que pasivamente le piden al país esperar hasta el 2019. Porque el problema, es que el país se deshace, se desbarata, hundido en la inmoralidad de una pandilla de ladrones a quienes los bancos del mundo se les hacen pequeños para sus riquezas.
La transición como su nombre lo indica tendría un tiempo limitado.
¿Qué opinan ustedes?