Para el cierre de este 2020 solicité a mis seguidores de Twitter que seleccionaran el evento que consideraran más relevante en la realidad venezolana. Con orgullo he constatado que la mayoría demostró estar informada y manejar con certitud la evaluación de los acontecimientos. A partir de este enriquecedor ejercicio, seleccioné la noticia que a mi criterio fue la más relevante y sobre la que estoy convencida traerá consecuencias de máxima trascendencia para nuestro país. Me refiero al Informe de la Comisión de los Hechos de la Organización de las Naciones Unidas que en septiembre pasado señaló que Nicolás Maduro,los agentes estatales y los grupos que trabajan a su servicio, han cometido violaciones flagrantes de los derechos humanos que configuran crímenes de lesa humanidad.
Después de evaluar 223 casos, la comisión de expertos encontró patrones de violaciones y crímenes altamente coordinados de conformidad con políticas del Estado. Maduro y sus secuaces dieron órdenes, coordinaron actividades y suministraron recursos en apoyo de los planes y políticas en virtud de los cuales se cometieron crímenes de lesa humanidad entre ellos más de 5 mil muertes por parte de cuerpos de seguridad, además de detenciones irregulares, torturas y desapariciones, con el agravante de contar con un poder judicial al servicio del Ejecutivo.
Este pronunciamiento de tan alta relevancia tuvo continuidad reciente cuando la Corte Penal Internacional informó que existe duda razonable de que en Venezuela se han cometido crímenes de lesa humanidad con la responsabilidad de altos funcionarios y organismos de seguridad.
Como lo he dicho en otras oportunidades, se trata de un paso más en la justicia internacional que a pesar de no avanzar a la velocidad de nuestra urgencia, pareciera estarse moviendo en el camino seguro de sentar en el banquillo de los acusados a Maduro y sus cómplices.
Otros casos importantes fueron expuestos por mis seguidores:
-La tragedia de Güiria, doloroso acontecimiento que evidencia la desesperación de venezolanos por huir del país en busca de lo mínimo para subsistir y a conciencia de ser maltratados en territorio extranjero, hasta los límites de la esclavitud. Después de los intentos de los gobiernos de Trinidad y Venezuela de ocultar los hechos, se determinó que 41 venezolanos abordaron una embarcación desde la playa de Güiria la noche del 6 de diciembre. Todos murieron en aguas venezolanas. El bote apenas tenía capacidad para 8 personas y no contaba ni siquiera con chalecos salvavidas. No fue el único naufragio de este año. Aún está por determinarse el destino de venezolanos que han salido de las costas de Falcón y de las mismas playas del oriente venezolano.
-El fraude del 6D, como un punto de desmovilización evidente del oficialismo.
-La Consulta Popular, con opiniones disímiles. Unos le otorgan relevancia definitiva para las acciones políticas de 2021 una vez aprobada la extensión del mandato constitucional por parte de la Asamblea Nacional para el gobierno interino. Para otros críticos, no se logró nada.
-La dolarización de la economía, la hiperinflación, la pulverización del bolívar.
-El uso de la pandemia como control social.
--La escasez de gasolina, clara prueba del derrumbe de la empresa petrolera.
-El deterioro o ausencia de servicios como el gas doméstico e industrial (el regreso al uso de leña), la electricidad y el agua.
-La destrucción de las universidades, como ejemplo dramático, el núcleo Sucre de la Universidad de Oriente.
-La contaminación ambiental. Los derrames petroleros se han extendido hasta casi 15 kilómetros de nuestras costas arrasando a su paso arrecifes de coral y campos de cultivo. 2020 es considerado uno de los peores años de contaminación ambiental.
-Las elecciones de Estados Unidos y sus efectos en Venezuela. Las consecuencias están por verse.
Solo un hecho positivo es resaltado por mis seguidores: La beatificación de José Gregorio Hernández.
Además, quiero agregar una situación que no fue mencionada y que para mí es de extrema gravedad. Se trata de la alianza entre Irán y Venezuela, destacando de ella la cooperación militar. En ese sentido me uno a las advertencias de monseñor Mario Moronta y del presidente de Colombia, Iván Duque, quien acusó a Maduro de gestionar la compra de misiles a través de Irán.
El obispo Moronta por su parte, ha sido enfático en advertir el totalitarismo y la islamización del país. Anuncia tiempos oscuros para los venezolanos con la profundización del estado comunal con la ruta de la desaparición de la democracia por parte del régimen cuyo objetivo es acabar con cualquier tipo de organización social que aparezca en el ordenamiento jurídico. Moronta no duda de que, para los iraníes, Venezuela es su base estratégica de carácter geopolítico. El panorama de 2021 es entonces la profundización del carácter hegemónico y del totalitarismo.
“Estamos ante un abismo. …”, aseveró.
Con más fuerza que nunca les deseo a todos un feliz 2021.