Sin perder tiempo y en conocimiento de la debilidad en la que se encuentra Nicolás Maduro, el capitán Diosdado Cabello está conformando un ejército paralelo para el que ha reclutado a los miembros de diferentes grupos de la guerrilla colombiana, incluidos los disidentes. Tipos entrenados, con sangre fría para matar, con manejo del estrés, que saben de combate porque están en guerra permanente; asesinos por naturaleza, curtidos en ver morir a los suyos para luego, si tienen un diente de oro, arrancárselo sin que se les agüe el ojo; contrasta ese accionar con los soldados venezolanos que no son asesinos y no están acostumbrados a ver morir a sus amigos.
La conformación de este ejército paralelo comenzó en Apure y se ha ido expandiendo por los estados Táchira, Zulia y Bolívar; operan a sus anchas como compañías aisladas desde las mismas dependencias militares venezolanas con armas y uniforme de nuestra Fuerza Armada. Se encargan de cuidar sembradíos de droga y pistas de aterrizaje utilizadas por el narcotráfico. Todos esos bandoleros tienen documentación que los acredita como ciudadanos venezolanos que reportan a Diosdado Cabello y a su segundo en estas lides: el nefasto Pedro Luis Martín-Olivares, exagente de inteligencia acusado por sus víctimas de haber operado redes de secuestro y extorsión, señalado como miembro del cartel de Los Soles y por quien el Departamento de Justicia de Estados Unidos ofrece 10 millones de dólares como recompensa por su captura. Martín-Olivares sigue despachando desde su suite del hotel Lido en Caracas.
Esta avanzada de poder de Diosdado se produce a despecho del ministro de la Defensa Vladimir Padrino López y el director de la DGCIM Iván Hernández Dala, dupla que Diosdado trabaja en anular para reforzar su poder.
Diosdado ha comentado a su entorno su disgusto por los titubeos de Padrino López quien le ha coqueteado en varias ocasiones a Estados Unidos regresando después arrepentido ante la certeza de que ya no se sentiría seguro en otra parte del mundo. Diosdado, que tiene marcado a Padrino López, le advirtió en una conversación áspera a 24 horas de las elecciones del 28J. “No te extrañe que te mande a meter preso”. De inmediato Padrino López ordenó reforzar su seguridad, según detalla una fuente militar. Poco después fue Maduro quien agriamente criticó a la gente tibia. La tensión continuó el 28J cuando la caravana de Diosdado fue rodeada durante unos minutos, apenas él entró a Miraflores; por eso jugó de inmediato posición adelantada anunciando ante las cámaras de VTV el supuesto triunfo de Maduro.
Otra área estratégica con la que Diosdado evidencia sus más recientes planes de expansión tiene como figura clave a su hermano José David Cabello en la Superintendencia del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria, Seniat, desde donde puede interferir en las operaciones financieras de sus enemigos políticos. Todo esto soportado sobre la red de información y extorsión del jefe del Sebin, Gustavo González López; de esta manera algunos testaferros de Maduro (solo algunos porque son muchos), y de la dupla de Padrino López y Hernández Dala, han sido objeto de medidas coercitivas ejecutadas sobre bienes y negocios. Detalles: le confiscaron un avión al empresario Raúl Gorrín, y le quitaron una mina de oro al aún magistrado del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno). Y así…
Diosdado presiona a Maduro para que se atrinchere radicalizado, aunque eso signifique confrontar a sus aliados internacionales. Convencido de que a Venezuela nadie la va a intervenir militarmente, Diosdado, a la cabeza del ministerio del Interior y Justicia, se afana en doblegar a la disidencia sin detenerse en los derechos humanos. ¿Tanto se equivoca o juega con dos manos?
El régimen enfrenta un gran problema. Transcurridos más de dos meses del fraude electoral, la oposición venezolana sigue sólida y a pesar de la violencia y la feroz persecución, que no se ha detenido ni siquiera en los niños, la fuerza opositora avanza en apoyos internacionales y recompone su estrategia, replegándose mientras sea necesario, sin bajar la guardia.
Es esa firmeza y la cercanía del 10 de enero lo que ha llevado a la dictadura a pisar el acelerador para procurar un quiebre en la fuerza opositora. La chequera del régimen opera a fondo para sobornos y chantajes. Las cifras para comprar nuevos alacranes son impensables. Y sí hay personajes que titubean, algunos de partidos políticos pequeños y grandes, además de otros empresarios. El lobby internacional también impacta.
La obsesión de todos ellos es por aislar a María Corina Machado. Han llegado hasta plantearse de manera insólita, la posibilidad de acercarse al presidente electo Edmundo González Urrutia en España.
Esa desesperación de la tiranía no parece la actitud de gente que confía en mantenerse en el poder, al contrario, es obvio que están preocupados porque saben que el fraude ha quedado expuesto y porque la matriz de opinión en el mundo es que Maduro encabeza un régimen sanguinario.
Maduro que desprecia la democracia, da señales de necesitar con urgencia un reconocimiento para mantenerse en el poder. No se lo permitamos.