27 Aug
La izquierda se le alza a Maduro
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El hedor del régimen es imposible de ocultar. Las denuncias de oficialistas, con variedad de estilos y motivaciones, sobre los delitos que cometen quienes ordenan desde Miraflores, dejan pálidos los señalamientos del discurso opositor. ¿Qué activó el ventilador? La planificación del fraude para el 6 de diciembre, sin duda. También la crisis. Los que están al mando en tiempo de pandemia aplastan al débil ciudadano, lo reprimen, le arrebatan su comida, lo extorsionan y humillan. Y algunos de los maltratados, son ellos mismos.

La rebelión de insatisfechos ha comenzado a generar atropellos policiales y muertes sospechosas. El Partido Comunista de Venezuela en Puerto Cabello denunció acoso de parte del SEBIN. “¿Intimidación? ¡No lo lograrán!”, anunciaron por Twitter los miembros del partido asediado.

A otros les fue peor. El dirigente del PSUV Carmelo Bislick, que venía acusando de extorsión, corrupción, tráfico de combustible y de drogas a las autoridades del estado Sucre, fue secuestrado de su casa en Güiria el pasado 17 de agosto y luego asesinado.

Los rebeldes insisten en que el PSUV es minoría. Ni hablar del rechazo a Nicolás Maduro. La circunstancia de comicios parlamentarios llevó a nueve grupos que se ubican en la izquierda a juntarse para una alianza electoral, fijando distancia “de quienes desmontaron las conquistas de Chávez”. Los disidentes se bautizaron como Alternativa Popular Revolucionaria donde destacan el Partido Comunista y Patria Para Todos. El grupo, para aclarar dudas, se anuncia como antiimperialista y verdaderamente socialista, lo que a sus miembros no les impide expresar sus diferencias con el estilo del gobierno de Maduro. Precisan sobre “la necesidad de una respuesta política ante la carestía de la vida, los bajos salarios, la especulación comercial sin freno, la corrupción, la desidia institucional, el irrespeto sistemático de los derechos fundamentales del pueblo, la criminalización, la judicialización de las luchas, la terrofagia terrateniente y la adopción de políticas represivas”. Al respecto insisten en que dirigentes de distintos movimientos han sido perseguidos por el sistema de justicia y algunos otros han desaparecido. Hablan de políticas hambreadoras y de autoritarismo.

La difusión de las ideas de este movimiento ha tenido que resignarse con la utilización de redes sociales. La censura los limitó a un espacio que despreciaban mientras estuvieron en el poder y contaban con VTV y Globovisión, canales que los han censurado, según denunció Rafael Uzcátegui del PPT.

Los rebeldes tampoco pudieron escapar a la artimaña de intervenir partidos políticos a través del Tribunal Supremo de Justicia. A Voluntad Popular, Acción Democrática, Primero Justicia y otros tantos más, se les ha sumado el Movimiento Tupamaro, al que la sala constitucional le ha suspendido la dirección natural. De inmediato su dirigencia expresó su rotunda molestia. “Basta de ataques a partidos de izquierda y movimientos populares”.

Voces individuales han contribuido a atizar la candela. La pelea vía Twitter entre Omar Prieto, actual gobernador del Zulia, y Francisco Arias Cárdenas, embajador en México y exmandatario de ese estado, es recomendable seguirla para tiempos de cuarentena. En síntesis, Arias –que se asume como parte de los chavistas originarios– echa en cara a Prieto su pésima gestión y sugiere que es un gangster.

Los constituyentes tampoco andan felices con el anuncio de su desaparición en diciembre. Diosdado Cabello, con el sol en la espalda, se enteró de la noticia en su prolongada convalecencia. Con un poder militar disminuido, sin la ANC y enfermo, debe estar preocupado. Algunos expresan su molestia públicamente: “Las elecciones legislativas son un fraude. Están diseñadas para que el PSUV gane, aun siendo minoría. La democracia participativa y protagónica es un cuento en retroceso. La Constituyente no ha cumplido el papel de una Asamblea Nacional, solo ha servido para reforzar al PSUV. Rechazo la manera como Maduro toma las decisiones y condeno el modo en que decidió disolver la Constituyente. El tema no fue discutido y Maduro está usurpando una función de los constituyentes. Lo que ocurre es que en el chavismo se ha impuesto cumplir lo que diga Nicolás”. Quien así se desahoga es uno de ellos, ¿o era?, autoubicado en la rancia izquierda, de nombre Néstor Francia. Uno más del equipo de enfadados que se suma a la cascada de deserciones de las filas oficialistas.

Maduro no parece estar enterado del despecho generado por tanto maltrato. Su estrategia es avanzar al 6D con pandemia en pico, si es necesario. Y aprovechar esa circunstancia para quitarse de encima a quienes le estorban, militares y civiles. Así va.