Freddy Bernal no oculta ni la incomodidad ni la preocupación. Ya hace semanas en un arranque de sinceridad, admitió que después de 20 años, ellos no pueden seguir culpando a la cuarta República. Enseguida, Maduro le pidió que bajara el volumen a la crítica, así que tratando de aleccionar en otro tono, parece que Freddy lo hizo peor. Ocurrió en medio del apagón que el martes pasado afectó a casi toda Caracas, Vargas y Miranda. Bernal escribió en Twitter, palabras más, palabras menos: Todo verdadero revolucionario, por más problemas que haya o fallas que tengamos, no debe desmotivarse.
Las respuestas de los camaradas en la red social, sonaron a Bernal más fuertes que las de los opositores: “el descontento priva en la impunidad de las mafias rojas con enchufados”; ”en las calles la gente maldice a Maduro, dejen la robadera”; “nosotros no votamos para vivir esta situación, el pueblo está perdiendo la esperanza… ¡hagan algo, coño!”; “camarada, qué fácil decirlo, pero qué difícil no deprimirse cuando se está sufriendo para darle a una hija algo de comer mientras la tiene sin zapatos… bendito Dios que está sana”; “claro maldito, como tú tienes todo en tu casa con lo robado al pueblo, ¡desgraciado!”.
El desastre económico, el caos social y el inocultable saqueo a las arcas venezolanas, resultan en un compuesto explosivo que tiene de cabeza a la élite del régimen que no encontrará lugar dónde esconderse.
Y entonces, en tan peligroso momento para el chavismo, trasciende la “Operación Fuga de Dinero”, con la que las autoridades de Estados Unidos lograron llegar a los responsables de lavado de dinero, sobornos y un desfalco mil millonario en dólares contra la empresa estatal Petróleos de Venezuela.
La cifra que se filtra sobre el monto saqueado, da grima. La investigación, iniciada hace dos años y que ahora llega como acusación ante la Corte Federal en Miami, registra 1.200 millones de dólares y 17 implicados. Pero el asunto es bastante más gordo, podría decirse. Al atajar el hilo con el que se tejió la red y descifrar los algoritmos de la sofisticada ingeniería utilizada, los cálculos son mayores. Se habla de más de 20.000 millones de dólares. Y decenas de implicados.
El régimen aparece salpicado por todos lados, pero de manera muy especial, la familia presidencial está en varios capítulos: Los tres hijos, Yoser, Walter y Yoswal, se cobijan bajo el abrazo operativo del dueño de Globovision, Raúl Gorrín. En rol protagónico está el sobrino Erik Malpica Flores, a quien pusieron donde había, en la vicepresidencia de Finanzas de Pdvsa y la tesorería de la nación. Las señales llevan a Nicolás Maduro.
La “Operación Fuga de Dinero” confirma que a través de Pdvsa se montó un perverso mecanismo que se soportó sobre la especulación cambiaria que solo ha servido para los corruptos del gobierno y sus aliados sin moral ni compromiso. El esquema detectado comenzó con Rafael Ramírez, bajo el eslogan que sedujo a Hugo Chávez de la Pdvsa rojo rojita, y lo continuó la familia Maduro-Flores, destacando Cilia y su nepotismo, que entrega poder y negocios a sus cachorros.
A pesar de la censura, el régimen no ha podido evitar que el pueblo chavista vaya entendiendo que sus gobernantes son ladrones y como consecuencia, los culpables de sus penurias. Otras veces, en circunstancias difíciles, se ha activado el espíritu de cuerpo que funciona cuando ellos se sienten en peligro, pero la situación se ha complicado. Las intervenciones en el IV Congreso del PSUV cargadas de protestas y objeciones al manejo de la economía, lo demostraron.
La corrupción desmoraliza. Ya se escucha a la base oficialista definir como “los faraones” a quienes en altos cargos ostentan riqueza. El rompecabezas que se asoma con la “Operación Fuga de Dinero” es una afrenta para un pueblo que ve engordar a los poderosos, mientras el dolor del hambre es insoportable. Del dolor se pasa a la rabia. Y aunque la complejidad del delito podría ser difícil de explicar, la mayoría de la gente sabe que una pandilla de mafiosos y sus amigos en el gobierno robaron, que lo vienen haciendo desde hace tiempo y que es muchísimo dinero.
Los sufrimientos se potencian cuando observas celebrando al responsable de tus males.
Es obvio que el chavismo y el régimen transitan un momento complicado para ellos. No es la primera vez que ocurre. Lo novedoso es que se escucha la crítica en niveles medios del chavismo y que la base es ahora permeable al malestar. Esto escribió otro seguidor de Freddy Bernal: “La derrota está dibujada por descontento”.
Gran oportunidad para los venezolanos.