25 Aug
Conviasa, el placer de traficar
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Es indudable que la fiscal argentina Cecilia Incardona tuvo razón para exigir que los 19 miembros de la tripulación — 14 venezolanos y cinco iraníes — del Boeing 747 registrado en la compañía Emtrasur bajo matrícula YV3531 y filial de carga de Conviasa, no fuesen liberados.

19 tripulantes es una desproporcionada cantidad y un elemento de sospecha dentro de este caso que ya supera los dos meses. Ciertamente no es una tripulación típica de un Boeing cuya rutina habilita un piloto, un copiloto y dos para el área de carga. ¿Para qué tanta gente? Una fuente adelanta esta explicación: una aeronave que traslada material oculto de manera ilícita necesita personal que se encargue de abrir los compartimentos, cargar el material, cerrar los compartimentos y luego repetir el procedimiento al llegar al destino. Es un trabajo que exige máxima confianza y que debe ser ejecutado con mucho cuidado. Confianza revestida de candidez plasmada por el miembro de la tripulación José Gregorio García Contreras en chats con su amiga Desire e incorporados al expediente, según el diario Clarín. “Tops secret… Gracias a Dios no encontraron nada” (en la primera inspección ejecutada por autoridades argentinas). “Gracias a Dios. Yo estaba temblando con eso, pero no quería preguntar porque sé que están vigilados”, respondió su interlocutora.

El caso del avión venezolano-iraní ha abierto la compuerta de una investigación que Estados Unidos deseaba para corroborar indicios de la utilización de Conviasa al servicio del crimen organizado y de grupos terroristas. “Además de esta aeronave retenida en Argentina, los organismos de seguridad e inteligencia norteamericana manejan evidencia que apunta a los aviones YV3535 (que el lunes pasado cubría la ruta Rusia-Irán, por ejemplo), el YV3016, acondicionado como lujoso avión presidencial con capacidad de transportar elementos metálicos y/o papel de manera oculta, y el YV3533 cuya investigación fue aprobada en julio pasado por la Cámara Baja de Chile y en el que Maduro viajó a Teherán en junio”, resume un informante.

La decisión judicial de retener en Argentina el avión y la tripulación descontroló a Nicolás Maduro. “Él sabe que una correcta y profunda inspección de parte del Buró Federal de Investigaciones, FBI, y las declaraciones de miembros de la tripulación pueden desvelar una verdad explosiva, precisa una fuente vinculada al caso. Los testimonios podrían agilizar el hallazgo de las áreas secretas, un trabajo que en condiciones normales puede tomar varias semanas, aunque el FBI tiene experiencia en la caza de estos espacios ocultos que fueron construidos en los laterales y bajo pisos falsos con láminas que al retirarse alojan material ilícito”.

Se tiene verificado que el avión retenido en Argentina había sido acondicionado y utilizado por Irán para el traslado de armas a Yemen y Siria. Irán necesitaba “enfriarlo” porque sus operaciones habían sido detectadas por lo que se acordó la venta simulada a Venezuela y para ello surgió el invento de Emtrasur.

En el 2018 el régimen comenzó a considerar la reingeniería de aviones a partir de las dificultades para trasladar el oro. En ese año salían de Venezuela cada semana hasta 500 kilos de oro casi siempre trasladados a través de Turkish la línea aérea comercial de Turquía. Pero comenzaron las presiones para cambiar la ruta. Se decidió entonces preparar los aviones de Conviasa. El plan quedó en manos de Alex Saab que ofreció unos expertos sirios y otros colombianos. En el 2019 en terrenos de la rampa 4 y la Base aérea Libertador se ejecutó la construcción del doble fondo en el piso y los laterales de aviones de carga.

En ese proceso se decidió involucrar estratégicamente a la Fuerza Aérea venezolana. Por eso los pilotos son militares en comisión de servicios a los que se han sumado otros retirados, bajo la sonrisa feliz de Vladimir Padrino López.

Fuentes que conocen el proceso para acondicionar estos aviones advierten que la inspección es compleja y pudiera tardar semanas; “tendrían que moverlo a un hangar y desmontar toda la zona de carga. Para la inspección se necesita una lupa muy potente que analice los tornillos y señales de rayones a su alrededor resultado de aflojar y apretar. También se están buscando selenoides (dispositivo electromagnético usado para mover un pistón) que hayan sido cambiados, que no sean originales del avión”.

Otra fuente confirma que en esos espacios ocultos han transportado materiales ilícitos que han logrado burlar a los perros y equipos especializados que están tras elementos químicos, o drogas. Las armas son transportadas en partes (incluida la electrónica de drones) y se cuidan de que en ninguno de esos equipos haya explosivos. Han trasladado dinero para distintos grupos criminales desde terroristas hasta los carteles de droga. Los lingotes de oro se hacen indetectables porque el piso es de metal. Se calcula que el avión en Argentina puede cargar 100 toneladas.

Conviasa, se publicita como el placer de volar… con alas para traficar.